La lluvia que la madrugada de ayer cayó sobre las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos alivió y resultó un paliativo en esta jurisdicción ante la crisis de agua que viven los habitantes de la ciudad de Coca y otros poblados.
Estas jurisdicciones desde el pasado sábado sufren por la falta de agua potable debido a la contaminación de los ríos Coca y Napo, de los cuales se capta el líquido, a causa del derrame de crudo por la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) por un deslave, el cual ayer fue reparado, reportó Petroecuador.
↧