Unos cien ecuatorianos que padecen el síndrome de Laron, prácticamente inmunes al cáncer y la diabetes, pueden aportar valiosas pistas en la lucha contra ambas enfermedades.
“Tienen una incidencia muy disminuida de cáncer y no he podido documentar casos de diabetes, pero esto no quiere decir que no puedan” presentar estos males más adelante, dice este endocrinólogo de 64 años, quien estudia desde 1980 el caso de los ecuatorianos con síndrome de Laron.
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